DF Tax | Reforma tributaria feminista

Jorge Alessandri

Llama poderosamente la atención que después de más de ocho meses de Gobierno, con todo lo que ha atravesado: aprendizajes, lecciones, cambios de opinión, al menos en materia tributaria se mantenga una posición tan rígida, que hace más sentido en las ideas que el Gobierno abrazaba en marzo, de lo que realmente necesita Chile, que es dinamizar la economía, atraer mayores inversores, promover nuevas fuentes de trabajo, todas materias que constantemente se dificultan cuando hay una discusión tributaria tan incierta.

Más allá de las opiniones políticas, pareciera que el Gobierno solo ve detrás de la reforma tributaria una oportunidad de mayor recaudación, sin considerar el impacto en la economía. Cierto es que Chile necesita una modernización en materia tributaria y que, por tanto, urge la discusión al respecto. Sin embargo, sostener que dicha discusión no impacta en el empleo o la inversión, es simplemente desconocer la realidad.

“Cierto es que Chile necesita una modernización en materia tributaria y que, por tanto, urge la discusión al respecto. Sin embargo, sostener que dicha discusión no impacta en el empleo o la inversión, es simplemente desconocer la realidad”.

Resulta frustrante que no se vea detrás de la discusión en materia tributaria una oportunidad, por ejemplo, para incentivar el empleo femenino.

Hemos visto a lo largo de los años una preocupación transversal por parte de la clase política en torno a reducir brechas en los ingresos que existen entre hombres y mujeres. En particular, hemos escuchado en varias ocasiones hablar a las autoridades de un gobierno feminista. Sin embargo, llama la atención que uno de los puntos críticos de desigualdades entre hombres y mujeres, como lo son los ingresos, no se abarque en esta reforma.

En tal sentido, una gran noticia para las miles de mujeres trabajadoras nuestro país sería tener la oportunidad, por ejemplo, de pagar menores tasas de impuesto que les permita ingresar al mundo empresarial o laboral con mayor facilidad u otro tipo de alternativas, que desde el punto de vista tributario se podrían haber abarcado en la discusión de la reforma tributaria.

No basta con elocuentes discursos, sino que es necesario llevar a acciones concretas lo que se sostiene ante la opinión pública. En tal sentido, insisto en que el Gobierno desperdicia una oportunidad de demostrar cuán feminista es.